miércoles, 13 de agosto de 2008

Atraviésese a ver qué pasa


Las ciudades grandes, cosmopolitas, congestionadas y atiborradas de movimiento son los espacios donde se desarrolla una de las problemáticas que trataré en esta oportunidad. Aquí en la calle es donde justamente se denota la cuestión, gente que se lanza a las vías llenas de flujo de transporte, impulsadas por un instinto riesgoso de pasar las calles a como de lugar.

Vaya y venga cuando el semáforo se pone en rojo para que los buses, los colectivos, las motos, las bicicletas y demás, pisen el freno dándole paso a los transeúntes que atraviesan de lado a lado las avenidas. Pero si el semáforo autoriza el paso es a los transportadores y no a los transeúntes, todo puede terminar siendo un caos.

Titulares como “aumentan cifras de peatones muertos” o “Índices de accidentalidad no disminuyen en Bogotá” son el registro mediático frente a la situación que se ve todos los días en las calles. Y si nos remitimos a las estadísticas no saldremos librados de notar que cada vez la gente pone en riesgo su vida de esa manera.

En el 2006 y 2007 las cifras ascendieron notoriamente, mostrando que el 83% de peatones habían muerto a causa de accidentes de transporte público o por imprudencia en el cruce. Y que por lo menos un peatón muere cada día en la capital intentando pasar una calle, según el Fondo de Prevención Vial y la Secretaría Distrital de Movilidad.

A veces en cifras uno ni siquiera alcanza a ver la dimensión del asunto, sólo hasta cuando le toca a uno, ya sea por que le pasó a un familiar o a un conocido, e incluso a sí mismo. Hace un par de meses el canal City Tv mostraba una sección en su noticiero donde ponían en evidencia la imprudencia de las personas al cruzar una calle. Ciudadanos que no vieron o no quisieron pasar por un puente peatonal a pocos metros o en su defecto, el cruce con las líneas de cebra semaforizado.

Personalmente he visto ya demasiados accidentes o situaciones impresionantes, la que más me alarmó fue cuando vi a una mujer embarazada que iba con un niño de la mano corriendo por la mitad de la vía mientras los carros venían a escasos 3 metros. O como ayer, que noté a una joven impulsando a su acompañante a pasarse la calle aún sabiendo que venía una moto a pocos pasos de ellas.

“No paso por los puentes por que me dan miedo, y pues… si los cruces con el semáforo están muy lejos, prefiero pasar en la mitad de la cuadra” me dijo Edelmira Baquero quien vive en la capital desde hace más de 40 años. Sus hijas y esposo viven con la zozobra y el temor al saber que ella arriesga su vida todos los días.

Las entidades públicas han implementado campañas educativas (la más curiosa fue la de poner actores en las calles disfrazados de estrellas negras con avisos que anunciaban el error que cometieron), también comparendos tanto de dinero como de asistencia a talleres. Pero el problema persiste, por que no hay conciencia social.

Señor(a) visitante, cuénteme, ¿cómo se ha arriesgado usted pasando una calle?, ¿alcanza a pensar antes lo que puede llegarle a pasar?, ¿será que estoy exagerando en el tema?, ¿qué ha visto que ha pasado en torno a esto?.

Debo admitir que yo misma me he atrevido a cruzar corriendo una calle antes de que los carros avancen, y puede que no hallan más opciones. No alcanzo a pensar qué puede pasarme si me enredo al correr y caigo o si la distancia calculada a la otra acera estaba más lejos y siento los carros muy cerca. Pero una vez, por despistada más no por imprudente, sí me alcanzó a golpear levemente un carro que no ví…y me dejó pensando hasta qué punto uno puede reaccionar ágilmente y cómo hacerlo.



6 comentarios:

Anónimo dijo...
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Darío dijo...

Por una parte están las personas que como tú dices no hacen conciencia y se arriesgan a lo tonto, a lo bestia, a ese tipo de personas los avisos y noticias no los harán cambiar, sólo hasta que les pase a ellos, entonces quizá haya alguna probabilidad de que tomen precauciones, pero generalmente seguirán así sin importar lo que escuchen o vean.

Yo tuve una novia que era muy despreocupada para cruzar la calle. Varias veces que tocaba cruzar la calle y venía un carro en las cercanías ella pasaba caminando, y tampoco es que el carro estuviera cerca, pero sí tenía buena aproximación, yo la apuraba pero ella decía que exageraba, que los carros se tenían que detener. En fin que siempre cruzaba caminando, le preguntaba que si no le preocupaba que los carros pasaran cerca y me decía que no, porque los conductores se tenían que detener para dar paso. Eso a mí me desesperaba porque yo la quería mucho pero cavilaba en que con esa actitud no iba a llegar lejos, y si algo no quería era verla muerta por ser tan imprudente. >_<

Por otra parte están las personas que conocen la seriedad de este problema pero que a veces inciden en cruzar, y no está mal eso; a veces sale uno con retraso a algo muy importante, alguna reunión o cita a la que sea de 'vital' importancia llegar al punto, entonces uno ve a los carros y tiene la sensación de que el semáforo está siempre en rojo, destroza mentalmente a los conductores por manejar tan lento hasta que le da por cruzar.

No está mal tomar un cruce rápido por la calle siempre y cuando se haga con precaución, calculando velocidad, distancia y tiempo (jaj! 3 variables de la mecánica elemental). Yo a la hora de cruzar calculo V, D y T pero orientando mi ecuación de forma tal que cuando termine de cruzar la calle todavía quede algo de distancia entre el carro y el lugar donde estaba cruzando.

¿Saben por qué? Los conductores también merecen respeto; a mí viéndolo tanto desde la parte del peatón como del conductor me parece una ofensa que un sujeto se vaya atravesando cuando un carro llega cerca, si manejara y alguien me hiciera eso reduzco la velocidad que vaya a reducir pero no freno, es más, terminaría con una sonrisa en la cara si me lo llevo y le meto un susto para que aprenda.

En cambio un peatón que cruza rápidamente y con ventaja demuestra respeto hacia quien maneja, cruzar de forma rápida, ordenada, y quizá hasta haciendo una breve señal de alto con la mano es en sí también un gesto de agradecimiento.

No alcanzo a pensar qué puede pasarme si me enredo al correr y caigo o si la distancia calculada a la otra acera estaba más lejos y siento los carros muy cerca. Pero una vez, por despistada más no por imprudente, sí me alcanzó a golpear levemente un carro que no ví

Jajajajaja eso lo leo gracioso a como lo escribes.

Emilia te voy a dar un consejo, ya sea que tengas prisa y te toque cruzar la calle así nuevamente, nunca, pero nunca, se te ocurra morir así. Si tienes planeado morir atropellada o te sorprende un carro, evita a toda costa morir de esa forma. Si se da el caso de que seas atropellada, que sea porque un trailer iba con velocidad, te alcanzó y te destripó; o que un conductor borracho se creía el rey del volante y acabó contigo; un carro que quiso rebasar a otro y no vio que ibas cruzando, cosas como esas

...pero que calcules mal la distancia y resuelvas que el otro extremo quedaba más lejos, que te enredes y caigas de barrido a media calle. Creo que si me entero de eso voy y pateo tu tumba!

Volviendo a lo anterior, tomar cruces rápidos y/o improvisados no está mal, pero siempre con cautela y asegurándose de que los carros tienen una buena distancia para permitir un cruce tranquilo o a lo mucho con trote. En lo personal me daría vergüenza que un conductor me pitara por arremeterme a la calle de imprevisto.

Anónimo dijo...
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Carolina Perbaq dijo...

Gracias Nekrobyte! Su comentario es un gran aporte a este espacio virtual. Espero que siga por estos lares.Saludos. Carolina.

Darío dijo...

Son las 8:30 de la mañana y me acabo de levantar. Soñé que ya traías otro post nuevo JAJAJAJA.

Era un post corto, la imagen aparecía al inicio y abarcaba todo el ancho de la columna, como la de este post, pero un poco menos alta. En ella aparecía del lado izquierdo la silueta semi trazada de una dama posando, joven y atractiva, algo parecida a Marilyn Monroe, pero hecha con líneas y sombras.

Solo era usado el color amarillo para los trazos de esa imagen: curvas y más curvas amarillas para dibujar sus ojos, su cabello, su cuello (la foto abarcaba hasta un poco abajo del cuello); del lado derecho una rosa con algunas curvaturas adornándola, como listones que flotan.

Tú describías un sueño que habías tenido, pero a la vez que lo leía, yo lo vivía, es extraño esto pero ya vez cómo es el universo mental. Comenzaba leer y así mismo comenzaba a trasladarme.

Comenzaste describiéndote en tercera persona, era algo como "Joven, dulce enamorada" (¿tercera persona?). No eran esas palabras pero por allí iban, hablabas de sostener una copa, estar en una cama, creo que también habría un chico en el encuentro.

Pero después yo me encontraba en la habitación donde sucedían las cosas aunque ya no estabas tú, ni la cama, ni la copa. Venía a completar unas misiones que tenía pendientes desde hace tiempo (cronología compleja de los hechos).

Dentro de la habitación hecha de barro, la cuál estaba en un agujero, como una excavación, habían algunos monstruos demoníacos pequeños: en las esquinas que eran más de cuatro y uno en el centro, junto al demonio más grande, parecido a los Felhounds:

http://tinyurl.com/6rpt7g

Grande era. Fue un poco difícil de matar pero lo logré y me fui.

Pasa que, como te dije, son 2 cronologías distintas. El sueño había comenzado bastante tiempo antes y habían ocurrido cientos de cosas de las que ya casi ni me acuerdo, luego me vi obligado a ir hacia ese lugar, pero en algún momento del tiempo leí ese post tuyo y mientras lo leía ya me encontraba en ese lugar que era al que necesitaba ir.

Cuando lo estaba terminando de leer tú preguntabas a la audiencia sobre lo que podía significar ese sueño tan diabólico y con colores rojos.

En "tu realidad", donde estabas en la cama con una copa, sentiste cosas relacionadas con el sufrimiento, el dolor y la agonía. No estaba el demonio del centro pero sí los de las esquinas, y había un cristal rojo grande flotando cerca de cada uno.

En mi realidad no estaban los cristales pero sí el demonio del centro, al que tuve que matar.

Yo estaba escribiendo una respuesta al post, razonando sobre la cantidad de representaciones rojas que habías tenido, abarcando al dolor, la sangre y la destrucción. Comentario que no llegué a completar.

Pocos segundos después toqué un poco de realidad: recordé que quería pararme temprano, que me había dormido como a las 2:30, que mi madre me había levantado como a las 5:30 a desayunar pero tenía tanto sueño que le dije que no y volví a caer dormido. Luego escuché la voz de mi madre que decía desde la ventana de mi cuarto:

-Ay Darío, tú nunca #$&%$/ %/()%$# #$%$3 infancia.

Olvidé rápidamente algunas palabras pero comprendí que era hora de despertar, no había nada más que soñar y abrí los ojos.

Me encontraba acostado en mi cama, aún de mañana, me levanté y me asomé a la ventana de mi cuarto buscándola, quizá estaría lavando ropa, pero nada, me paré y escrutiné somnolientamente el comedor y la sala, la cocina y su cuarto, pero en ningún lugar de la casa se oía ruido alguno, solo estaba yo. Vi la hora: 8:30 am

Todavía resonaban sus palabras y figurábanse algunas imágenes en mi cabeza así que decidí venir a postear en caliente. Comencé aquí porque no creí que fuera a extender tanto el comentario, pero por sus dimensiones reconsideré trasladarlo también a el blog de Mis Pesadillas, puesto que fue un sueño algo curioso y, creo yo, digno de ser recordado ;-)

Saludos.

Carolina Perbaq dijo...

Tremendo sueño! Sus "pesadillas" siempre me sorprenden Nekro, y ahora yo metida en ellas, quizá esa realidad no está muy lejos de ésta que vivo.

Efectivamente ando pensando ya en mi nuevo post, y lo tendré listo en un par de días, para continuar con esta idea.

Muchas Gracias!
Un abrazo.