Nada qué hacer. Tan pronto cuando se ve una pelota entrar a través de un arco los gemidos, gritos, palabras, aplausos, manotazos, y demás salen en reacción desencadenada en los seguidores del deporte más popular, el fútbol.
Los admiradores, o seguidores, se ubican por 90 minutos frente a las pantallas como hipnotizados, como zombis paralizados hasta que la vida vuelve a ellos en cada instante de posible gol, ya sea del equipo contrario.
Yo que me puse en el ejercicio de sólo observar a las personas mientras pasa un partido noto con asombro que la escena es aparentemente simple, quizá por que muchos se acostumbraron, pero a su vez es de analizar.
Empecemos. ¿Cuándo se ha visto que a nivel mundial se unan tantas almas en un mismo interés deportivo?, comenzando por ahí ya sabemos que el fútbol es un deporte que mueve masas.
Sigamos, ¿por qué razón los hombres son el grupo humano que más se inclina por este deporte?, ¡caray! Sí, son los hombres los que se desviven por un partido de fútbol, paran sus trabajos, paran el tráfico, dejan de caminar, olvidan sus deudas y problemas y entonces se vuelven seres dedicados con todos sus sentidos a una pantalla.
Continuemos, ¿por qué la gran mayoría de mujeres no se desviven por un partido de fútbol?, mientras eso sucede ellas siguen trabajando, siguen cuidando de sus hijos o cocinando, o como algunas, se dedican a metérseles por los ojos a sus novios, esposos y “amiguitos” vestidas seductoramente en vano.
La pantallita, se vuelve leal amigo del seguidor, donde deje de funcionar recibe golpes y hasta patadas de repuesto. Pero la maquinita es la que trasmite el partido, así que en cualquier esquina de un centro comercial se puede plantar un hombre a gozarse su partido.
Debo admitir que en determinado momento me dio risa ver aquello, estaba sentada en un restaurante con un hombre y entonces, un posible gol de su equipo y los 8 hombres que allí estaban elevaron al mismo tiempo un gritico entre sufrimiento y decepción mezclado con rabia e impotencia que me pareció cómico, además completando el cuadro a 4 de los 8 hombres les acompañaba una mujer que estaba con su mano en la cara de aburrimiento y mirándose al espejo, o mirando la cena, o mirando a su hombre.
Lectores… no por nada era mi pregunta de la encuesta, que no supimos cuántos era hombres y cuántas mujeres pero si comprobé que la pasión y la alegría mueven a quienes son seguidores mientras que la indiferencia a quienes poco les interesa.
Y al final, me queda una sensación de circo, ustedes ayúdenme a responder las preguntas.
Los admiradores, o seguidores, se ubican por 90 minutos frente a las pantallas como hipnotizados, como zombis paralizados hasta que la vida vuelve a ellos en cada instante de posible gol, ya sea del equipo contrario.
Yo que me puse en el ejercicio de sólo observar a las personas mientras pasa un partido noto con asombro que la escena es aparentemente simple, quizá por que muchos se acostumbraron, pero a su vez es de analizar.
Empecemos. ¿Cuándo se ha visto que a nivel mundial se unan tantas almas en un mismo interés deportivo?, comenzando por ahí ya sabemos que el fútbol es un deporte que mueve masas.
Sigamos, ¿por qué razón los hombres son el grupo humano que más se inclina por este deporte?, ¡caray! Sí, son los hombres los que se desviven por un partido de fútbol, paran sus trabajos, paran el tráfico, dejan de caminar, olvidan sus deudas y problemas y entonces se vuelven seres dedicados con todos sus sentidos a una pantalla.
Continuemos, ¿por qué la gran mayoría de mujeres no se desviven por un partido de fútbol?, mientras eso sucede ellas siguen trabajando, siguen cuidando de sus hijos o cocinando, o como algunas, se dedican a metérseles por los ojos a sus novios, esposos y “amiguitos” vestidas seductoramente en vano.
La pantallita, se vuelve leal amigo del seguidor, donde deje de funcionar recibe golpes y hasta patadas de repuesto. Pero la maquinita es la que trasmite el partido, así que en cualquier esquina de un centro comercial se puede plantar un hombre a gozarse su partido.
Debo admitir que en determinado momento me dio risa ver aquello, estaba sentada en un restaurante con un hombre y entonces, un posible gol de su equipo y los 8 hombres que allí estaban elevaron al mismo tiempo un gritico entre sufrimiento y decepción mezclado con rabia e impotencia que me pareció cómico, además completando el cuadro a 4 de los 8 hombres les acompañaba una mujer que estaba con su mano en la cara de aburrimiento y mirándose al espejo, o mirando la cena, o mirando a su hombre.
Lectores… no por nada era mi pregunta de la encuesta, que no supimos cuántos era hombres y cuántas mujeres pero si comprobé que la pasión y la alegría mueven a quienes son seguidores mientras que la indiferencia a quienes poco les interesa.
Y al final, me queda una sensación de circo, ustedes ayúdenme a responder las preguntas.
*La fotografía es cortesía de Schmutzigale. Gracias.